La serie original marcó un antes y un después en la forma de narrar las series. El formato de serie en tiempo real, si bien no era la primera vez que se hacía, sí que tuvo aquí su mayor difusión y reconocimiento, convirtiendo la serie en un “sin vivir” del protagonista durante los 24 episodios (horas) que duraba cada temporada. Además, fue una de las que más me enganchó, incluida la última temporada de 12 capítulos protagonizada por el actor Kiefer Sutherland.
Sin entrar en mayor análisis sobre lo que fue, intentaré dar mi visión como simple espectador y amante de las series y el cine desde siempre.
Este nuevo inicio, protagonizado por el actor Corey Hawkins como Eric Carter, tiene un punto de partida diferente al presentar a su protagonista, un actor negro que es toda una declaración de intenciones en el panorama actual. También cambia la duración. Si bien la serie original tenía 24 episodios/horas, esta nueva temporada se conforma con 12, al igual que 24: Vive otro día.
Continuando con la trama, no innova respecto a otras temporadas: terroristas islámicos pretendiendo atentar en suelo norteamericano y, además, una adolescente ayudando a “alguien” a cometer un atentado en un instituto.
Éste es el inicio de la serie y muestra el mantenimiento del mismo formato: pantalla dividida, reloj y constantes giros conforme va avanzando la temporada. Intensos, adictivos y muy rápidos, sin mucho espacio para pensar y reflexionar. Algo que los seguidores de 24 demandan, alejándose de otras producciones más profundas que invitan a la reflexión. Aquí se mantiene la esencia: acción, tiros y situaciones límites que son resueltas en el último minuto.
Conforme avanzan los capítulos nos encontramos con lo ya anunciado: 24 Legacy no viene a innovar la fórmula de éxito de la serie original, es un nuevo inicio que mantiene intacta su esencia, pero que adolece de un grave problema: su duración.
La serie original, con sus 24 capítulos, nos permitía conocer mucho mejor a los protagonistas, darles profundidad. El nuevo formato, de 12 (más adaptado a las nuevas tendencias en cuanto a duración), no permite ese conocimiento de los personajes, que aquí se presentan un poco más planos.
En conclusión, la serie sigue ofreciendo aquello que prometió: acción, giros argumentales imposibles de prever y situaciones límite. Y con alguna sorpresa que enlaza directamente con su predecesora, además de unos actores secundarios de lujo, como Miranda Otto y Jimmy Smits.
Recomiendo la serie a aquellos que disfrutaron con las entregas protagonizadas por Kiefer Sutherland: acción ininterrumpida, tramas difíciles de adivinar y resoluciones de última hora. Y eso, por supuesto, aderezado con un final de capítulo que deja con ganas de más, de ver o tener ya disponible el siguiente capítulo para ver como se las ingenia nuestro héroe para salvar a todos sin empeorar las cosas.
Albert Verdú
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